Carta a Su Santidad, Papa Francisco de Ramon Saul Sanchez

Tuesday, Aug 25, 2015 10:29

6 de mayo de 2015 

Su Santidad, Papa Francisco

Palacio Apostólico

00120 Ciudad del Vaticano

Su Santidad:

La angustia del sufrimiento de mi pueblo, Cuba, me escamotea la singular oportunidad de dedicar esta misiva enteramente a expresarle a Usted lo mucho que lo admiro, no solo por el apostolado que Usted dignamente representa, sino más aun, por la humildad y el valor con que lo ejerce y lo enaltece.

Lo admiro profundamente por esa convicción irreductible de resarcir lo mal hecho entre los propios y de remozar lo que, de no cambiarse, se enquistaría, enfermando el cuerpo social--o religioso--donde radica como virus infeccioso.  Se que la humildad y la probidad serán su mas fecundo legado no solo a la Iglesia, sino también a la Humanidad.

SOBRE QUIENES SOMOS

Por lo desconocido que soy, se impone hacer algo que me atribula: hablarle de mí mismo. Soy un simple cubano que ocupa lo que debía ser siempre reconocido como el puesto más elevado en cualquier nación, por encima de presidencias y gobernaciones: el puesto de ciudadano. 

Por mi amor a mi país y a su gente, desde la edad de 15 años y hasta el presente en que rebaso los 60, he luchado sin tregua pero sin fanatismos, por ver a mi patria libre de dictaduras.  Todo ese tiempo también lo he pasado desterrado, añorando volver a mi tierra pero impedido de hacerlo por la obcecación de su gobierno.  Pese a esto no entiendo a mi lucha como una lucha política ni ideológica sino que es una lucha por derechos y valores humanos que transciende el angosto litoral de las ideologías y los partidos.

Es menester revelarle que en mis años mozuelos fui encarcelado por cuatro años y medio en Estados Unidos, donde vivo desterrado, por negarme a hablar ante un Gran Jurado federal que investigaba, entre otros delitos, un fallido intento de asesinato contra Fidel Castro.  La acusación oficial en mi contra fue por “meramente permanecer en silencio” como lo determinara el Tribunal de Apelaciones.  Nunca fui acusado ni inculpado de ningún hecho violento, mas, el  tiempo en prisión por negarme a prestar testimonio--cruel y desgarrador como es siempre cualquier encierro penitenciario--se lo agradezco profundamente a la vida.  Fue una muy dura experiencia que me produjo una muy útil reflexión para dar respuesta sabia a una preocupación que me atribulaba siempre: Como un fin tan hermoso como la libertad, debía conquistarse a traves de un medio tan horrible como la guerra.  Fue así que consolide en mi conciencia el compromiso irrevocable con la no-violencia, la lucha cívica y el afán de tender puentes y buscar la concordia entre seres humanos donde existan separaciones y conflictos.

Así, junto a otros conciudadanos que también pusieron su fe en el método de la no-violencia fundamos el Movimiento Democracia que ha sido muy popular y proactivo con sus Flotillas Democracia Luces de Libertad, su apoyo a los movimientos pacíficos en el país y la defensa de los balseros cubanos y los inmigrantes de otros países.

Desde aquel fecundo encierro, cada cosa que hice y cada cosa que hare por mi país fue y será siempre para contribuir a destronar la violencia de la sociedad y contribuir a fundar en las conciencias de mis conciudadanos el apego, como de sacerdocio, a los valores civilistas y al Derecho.      

Sepa también que le escribo a Usted sin más facultad que la que me da ser un ciudadano de conciencia de mi país, aunque creo interpretar aquí el sentir de más de un cubano de dentro de la Isla y de la Diáspora.  Si indagara sobre mi persona entre mis amigos y escuchara cosas buenas de mí, sabría Usted que soy dichoso por tener amigos tan generosos que me atribuyen como virtud lo que es desesperación ante la tragedia de mí atribulada patria: casi medio siglo de nadar contra la corriente con la ilusión de la libertad de mi pueblo a cuestas.

Pero si escucha a mi adversario referirse a mi persona, se estremecerá Usted de cuanto horrible dice de mí.  Si sus epítetos y alegatos me descalifican y mi vida y mi amor a mi entrañable pueblo no me defienden, tampoco podrán hacerlo mis palabras.  Así nos enseñó el Apóstol de los cubanos José Martí. Así pues, será su intuición y capacidad de discernimiento los que puedan juzgarme mejor de manera que Usted me dé o no la oportunidad de abogar ante Su Santidad por la suerte de mi pueblo.

Es hábito cotidiano de mi adversario tratar de descalificar a quienes no piensan como él, usando toda clase de epítetos y excluyéndolos de participar en la vida pública del país.  Pero, aunque mis heridas me exijan lo contrario, mi voluntad y prudencia me auto censuran para no usar vocablos ni calificativos contra mis adversarios, que aunque puedan estar justificados, en nada contribuyen a rebuscar cuanto de buena voluntad pueda existir en el corazón de ellos que pueda contribuir a solucionar el enquistado conflicto de mi país.

SOBRE NUESTRAS PROPUESTAS Y SUS RAZONES

Hecha esta extensa pero pertinente presentación, paso a exponerle las razones fundamentales de mi misiva.  Estas son:

  1. Una apelación respetuosa para rogarle que Su Santidad interponga sus santos oficios ante el gobierno de Cuba para lograr que se inicie un proceso que ponga fin a la desgarradora división familiar, el innecesario y mortífero éxodo de balseros y  los abusos con los precios que se le cobra el gobierno cubano a sus ciudadanos por mantener sus nexos familiares

  2. Pedirle que ayude a que se logre realizar un ENCUENTRO NACIONAL CUBANO donde podamos participar el gobierno y las representaciones de la sociedad civil cubana, sin censuras ni coacciones, para entre todos, poder establecer una Hoja de Ruta que solucione la trágica e innecesaria división familiar de medio siglo y que ayude al gobierno y pueblo cubano a superar esta era de sucesión militarista y a entrar en la ansiada era civilista y de derechos ciudadanos a que aspira el pueblo cubano de dentro y fuera de la Isla

  3. Solicitar de Usted la bondad de concedernos una audiencia no solo para abordar estos problemas sino para proponer soluciones concretas con las cuales podamos ayudar y podamos estimular el concurso de otras voluntades de pueblo para contribuir en esa difícil pero impostergable tarea.

SOBRE LA DOLOROSA DIVISION FAMILIAR Y LA DESINTEGRACION NACIONAL

Las políticas obcecadas del gobierno militar de mi país, no solo han lacerado fatalmente a la sociedad civil desde el punto de vista de los derechos ciudadanos sino que han causado la división y desgarramiento familiar por más de 56 años, llegando a afectar a cada núcleo familiar.  Hasta la propia familia de los mandatarios cubanos está irreconciliablemente dividida: Alina, la hija del propio Fidel Castro, y su hermana Juanita, viven desterradas en Miami desde hace décadas.

Ese caudaloso pero desgarrador rio de desintegración familiar fluye hacia el mar donde miles han perecido y alcanza las riberas de todos los paises en la faz de la Tierra.  No hay un país en el Mundo que no tenga una comunidad de cubanos que tuvieron que huir del suyo producto de la infelicidad y la angustia que causa vivir sin libertad.

Ese exodo interminable de cubanos saliendo o escapando del país por razones políticas ha causado que más del 20 por ciento de la población cubana viva en el destierro cuando antes de la gestión gubernamental del último medio siglo, menos de una fracción de un uno por ciento vivía fuera de Cuba.

SOBRE LOS TRISTEMENTE CELEBRES BALSEROS CUBANOS

Producto de la falta de derechos por un lado y el ineficaz modelo económico impuesto al país por otro, nació la tristemente célebre figura del “balsero” cubano; personas que se lanzan al mar en cualquier cosa que flote, asfixiadas por la desesperanza que viven en su propio país para alcanzar otras tierras que les permita vivir con la dignidad que  se les niega en la propia.

A lo largo de medio siglo, decenas de miles de balseros han perecido en el mar ahogados, devorados por los tiburones o muertos por la negligencia o la crueldad de los traficantes de seres humanos. La desesperación es tal que algunos han intentado escapar en el tren de aterrizaje de aviones y han caído al vacío o muerto congelados en el intento.  Otros, más creativos, se han lanzado al mar con autos y hasta con  camiones convertidos en vehículos anfibio.

Además de nuestra lucha cívica por ver libre a los cubanos, con el decursar del tiempo el Movimiento Democracia y mi persona nos hemos convertido en fuente de orientación para los familiares de los balseros que se pierden en el mar o son detenidos y muchas veces maltratados por gobiernos en todo el mundo. Hemos hecho huelgas de hambre y extenuantes campañas públicas y legales defendiendo a los balseros cubanos que pocos defienden pues nada traen y nada posen excepto sus desesperanzas.

Hace décadas que ando con la angustia a flor de alma y respondo aterrado las llamadas desconocidas temiendo escuchar en el teléfono el llanto desconsolado de alguna madre tratando de obtener información que le permita saber si su hijo balsero pereció en el Estrecho de la Florida cuando escapaba de su país, o si estaría apresado a bordo de un escampavías norteamericano o detenido y a menudo maltratado en las cárceles migratorias de cualquier otro país, o secuestrado—y a veces asesinado--por traficantes inescrupulosos.

En varias ocasiones me ha tocado la desconsoladora labor de ayudar a las autoridades del Sur de la Florida a identifica cadáveres descompuestos de balseros cubanos que son retenidos sin identificación en las morgues del sur de la península.  Luego de indecibles dificultades hemos logrado vincular a familiares desesperados con el cadáver que yacía por meses en las mencionadas morgues. 

SOBRE EL DERECHO AL RETORNO QUE DEBEN TENER LOS CUBANOS

El cubano es un pueblo que vive errante por el mundo, con su carga de dolor y de incomprensión a cuesta.  Para cientos de miles de nosotros, el éxodo a través del desierto de agua que es el Mar Caribe ha durado mucho más de medio siglo.  Pero seguimos añorando volver a la tierra prometida para aportar con amor cuanto nos sea posible por superar armónicamente sus deficiencias y atrevernos a construir entre todos el Hogar feliz donde quepamos TODOS los cubanos, todas las ideas, con todos los derechos.

Ay, Su Santidad, le escribo esto con un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos que no me dejan ver el pliego de papel donde lo plasmo.  Mis padres, por su amor a nosotros, hicieron el sacrificio supremo de enviarnos al Exilio a mi hermano más joven y a mi cuando éramos niños para que no fuéramos enviados a pelear guerras extranjeras alrededor del mundo a favor de los soviéticos cuando cumpliéramos la edad militar de 15 años.  Esto nos separó para siempre de nuestra madre.  Nos separó para siempre de nuestra abuelita.  Décadas pasaron y ambas fallecieron sin que ni siquiera pudiéramos ir a su entierro porque el gobierno de Cuba no lo permite.  Yo no sé dónde está la tumba de esos dos seres tan especiales para mí. Pero esta triste historia no me ocurrió a mí solo.

Esta es la historia real de cientos de miles de seres humanos cuyo único delito es pensar diferente a los hombres del poder y por ello no pueden volver a su país ni visitar a su familia.  De hecho, es tan injusto lo que practica el gobierno cubano con la división familiar que el cubano solo puede regresar a su país de visita, con una visa, como si fuera un extranjero, pero no puede quedarse a vivir permanentemente por haber tenido la osadía de discrepar de los hombres del poder y haberse ido a vivir a otro país.

Yo reclamo pacifica pero determinadamente mi Derecho al Retorno y así también lo hacen, mis compañeros del humilde pero honrado Movimiento al que pertenezco.  Y reclamamos ese derecho para TODOS los cubanos, independientemente de cómo piensen, inclusive, de como actúen, porque creo que no es necesario explicar que privar a un ser humano de su nacionalidad y de vivir en la tierra donde nació, no solo es una flagrante violación de los derechos universalmente reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos; es también una afrenta al Creador que nos dio ese terruño como cuna.

SOBRE LA NECESIDAD DE UN PROTOLOCO ENTRE CUBA Y ESTADOS UNIDOS PARA IDENTIFICAR LOS CADAVERES DE BALSEROS CUBANOS ENCONTRADOS EN EL MAR O EN LAS COSTAS DE LA FLORIDA

Para agravar más las cosas, el proceso para identificar los cadáveres de balseros desconocidos que yacen en las morgues del sur de la Florida por mucho tiempo, se convierte en una difícil y a veces imposible tarea debido al diferendo político que existe entre Cuba y Estados Unidos pues no existen protocolos oficiales entre los dos países que establezcan fuentes jurídicas y medicas aceptables por los gobiernos para realizar las pruebas de ADN y otros trámites de rigor que se requieren en estos casos para la efectiva y rápida resolución de los mismos.  Esto se resolvería con un poco de buena voluntad y comunicación entre ambas partes.  Pero, nuestra voz, es una llamita casi apagada en un desierto de sufrimiento.  La suya, sin embargo, podría lograr éxito en esta peticion.

SOBRE LA EPLOTACION DE LA DIVISION FAMILIAR, LA INDUSTRIA MONTADA CON EL DOLOR HUMANO Y LA NECEDAD DEL EMBARGO

Su Santidad, Usted es humilde y es de pueblo. Yo vivo y trabajo en el corazón mismo de la Pequeña Habana en el barrio pobre donde radican miles de exiliados cubanos que van cargando a cuesta la angustia de no poder ver a su familia porque no tienen los recursos para pagar los precios usureros que impone innecesariamente el gobierno cubano a la posibilidad, de por si limitada, de mantener el contacto familiar.

He aquí algunos ejemplos de dicho abuso:

  • Cuesta setenta veces más llamar a Cuba desde la Florida que está a 90 millas de Estados Unidos, que llamar a China que esta a 7,040 millas de Cuba;

  • El pasaporte cubano (con sus extensiones por 10 años) es el más caro del mundo;

  • Enviar remesas a Cuba vale Hasta tres veces más que enviarlas a Centro América u otras islas del Caribe;

  • Los viajes a Cuba cuestan el doble que viajar a otros destinatarios en la región de la misma distancia que Cuba

  • Los envíos de paquetes a Cuba cuestan el doble y el triple más que los envíos de paquetes a Centro América u a las islas del Caribe

Estos costos inflados le permiten al gobierno de Cuba recibir entre 4 y 6 mil millones de dólares al año producto de la división familiar y esto lo desestimula a buscar una solución real y permanente a esta crisis humanitaria.

SOBRE EL BENEFICIO ECONOMICO QUE EL EMBARGO NORTEAMERICANO LE DA AL GOBIERNO DE CUBA

Lejos de quitarle recursos como arguye el gobierno de Cuba, este se vale del ambiente de prohibición que impone el Embargo norteamericano para establecer un monopolio y fijar arbitrariamente los precios ya que estas transacciones suceden en dinámica de prohibición y no en dinámica de oferta y demanda de libre competencia. 

Este tema puede resolverse fácilmente si se logra suscitar la voluntad de hacerlo en los dos lados del Estrecho de la Florida.  Algo me dice en mi Corazón que Usted, Su Santidad, puede propiciar ese ambiente.  (El Movimiento Democracia tiene una propuesta que propiciaría el levantamiento del inútil embargo norteamericano con menos resistencia si se hace de forma multinacional y de manera justa)

Hace casi dos décadas, el inolvidable Papa Juan Pablo II visito Cuba y la impregno con aquella sabia frase que repercutió en la conciencia de todos los cubanos, residentes en la Isla y errantes por el mundo: “Que el Mundo se abra a Cuba y que Cuba se abra al Mundo”.  Desafortunadamente, los gobernantes de Cuba desoyeron aquel sabio consejo y por casi veinte años más nada cambio para el atribulado pueblo de Cuba.

El 17 de diciembre pasado el gobierno de Cuba se abrió a su enemigo y comenzó una etapa de búsqueda de soluciones al conflicto que duro más de medio siglo.  Pero este plausible paso dejo mucho que desear en el pueblo cubano. El gobierno de Cuba se había abierto a su jurado enemigo extranjero pero se mantuvo cerrado a su propio pueblo que lleva medio siglo intentando ser oído y representado y por esto recibe porrazos y humillaciones por parte de los que debían estar ahí para escucharlo y representarlo.

El desencanto es también con los gobiernos del mundo que hasta el día de hoy han desoído al pueblo de Cuba y cortejado a su gobierno militar vitalicio.  El mundo ve a bien reclamar el levantamiento del desafortunado e inútil embargo norteamericano impuesto a las compañías de ese país para que no comercien con el gobierno de Cuba pero nada dicen del embargo a los derechos ciudadanos—civiles y económicos—que el gobierno cubano le impone a la fuerza a sus propios ciudadanos.

Su Santidad, por mucho que uno quiera entregar en aras de buscar soluciones moderadas a la enquistada situación cubanas hay preguntas que queman el alma y necesitan respuesta:

?Cuanto más tendrá que soportar el pueblo de Cuba antes de que el mundo piense que su voz debe estar presente también en los “históricos” encuentros que están teniendo lugar entre gobiernos donde el gran ausente es precisamente el soberano—el pueblo de Cuba—cuyo destino se discute?

?De qué manera se defiende la ética y en qué lugar queda la justicia cuando al opresor se le corteja y al oprimido se le ignora?  ?Como se le explica a una mujer cubana en este nuevo entorno calificado de “histórico” que ella está siendo azotada por asistir a un templo a pedirle a Dios que salve a su pueblo pero que los golpes que le propinan los policías de sus país le dolerán menos ahora que sus gobernantes se amistaron con su adversario?

?Como se le explica en el nuevo entorno al obrero cubano que no tiene un sindicato que lo defienda ni leyes ni tribunales que amparen su derecho que no será explotado brutalmente, al estilo del mas rampante capitalismo explotador una vez que los capitalistas extranjeros paguen su salario al Estado cubano y el Estado cubano le dé a ese obrero un mendrugo de ese salario?

Es por todo esto tan injusto y frustrante que hoy vengo a implorarle humildemente en esta misiva que interponga Usted sus sagrados oficios para lograr que el gobierno cubano que se ha abierto al mundo y hasta a su otrora enemigo, se abra al fin a su propio pueblo de dentro y de fuera de Cuba.

SOBRE LOS PRESOS POLITICOS

Yo no puedo concluir este largo pliego de penurias sin abogar para que Su Santidad interceda para que los presos políticos cubanos que permanecen en las cárceles de mi país, sean puestos en libertad.  La ética impide que nada pueda hacerse con el carcelero si este no abre primero la cárcel que encierra al inocente.

CONCLUSION

Lo antes narrado no le hace justicia a la magnitud de la tragedia cubana.  Por eso, ?que más puede hacer el hijo de un pueblo que sufre estas penurias sino volcar ante Usted su alma marcada por la angustia para rogarle de rodillas y con todas las fuerzas de su corazón que no descanse hasta que mi pueblo sea escuchado por el mundo y la tragedia de la división familiar sea abordada por el gobierno de Cuba con determinación sincera para ponerle fin y permitir su reunificación en su territorio nacional sin más requisito que el de querer volver.

Por favor, ayúdenos a recobrar la esperanza y a allanar el camino que nos permita emprender la jornada de retorno a la tierra prometida para reunirnos todos los cubanos, como una gran familia que somos, en el hogar feliz que debía ser nuestra amantísima tierra. Por favor ayúdenos a logar el retorno a su suelo amado de un pueblo esparcido involuntariamente por todos los rincones del mundo que nunca hubiese dejado su tierra sino fuera porque se siente oprimido y desesperanzado en ella.

Con mi fe puesta en su bondad, queda de Usted,

Respetuosamente,

Ramón Saúl Sánchez

Ciudadano de Cuba 




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