Ultima actualización 11.02.2016 19:03
Un grupo de 15 activistas de Derechos Humanos participaron este jueves en una protesta en La Habana para apoyar a cuentapropistas que dicen ser víctimas del acoso gubernamental.
Dos carretilleros y seis opositores fueron detenidos cuando se dirigían al punto acordado para iniciar la marcha.
Lázaro Acosta y Yoan Gutiérrez, cuentapropistas de Santiago de las Vegas, fueron arrestados al salir de sus casas. Otros seis opositores de Batabanó y La Habana corrieron igual suerte, dijo a Martí Noticias Servilio Villegas, uno de los participantes en la protesta.
"Pudimos avanzar unos 100 metros y nos dispersamos por la llegada de las autoridades".
Servilio Villegas
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Yoel Arteaga Coello, residente en Santiago de las Vegas que trabajó como carretillero hasta el pasado mes de enero y decidió cancelar su negocio, dijo a Martí Noticas que no pudo seguir pagando 300 pesos mensuales de patente al Gobierno sin obtener ningún beneficio como cuentapropista.
Arteaga agregó que, además de los 300 pesos por concepto de patente, se suman los 60 por los pagos de seguridad social, y aquellos que tienen que ver con la compra o reparación de equipos que usan para su trabajo.
"A eso se le suman las multas que nos imponen, que no nos dejan vivir", concluyó el hombre.
Protesta simultánea en Miami
La protesta en Cuba fue apoyada por activistas de Movimiento Democracia y otros grupos del exilio cubano, que participaron este jueves en una acción pública frente al conocido restaurante Versailles de Miami, según anunció el grupo en su cuenta de Twitter.
"El régimen cubano le da primero la licencia de la carretilla y luego le quita la carretilla, le roba las viandas, las legumbres... está en un 'regresismo' (retroceso) de las tímidas reformas económicas que había comenzado recientemente", dijo a la agencia de noticias Efe Ramón Saúl Sánchez, presidente de Movimiento Democracia.
Una docena de personas que simulaban ser carretilleros se congregaron frente al restaurante Versailles, histórico lugar de reunión del exilio cubano en Miami, con plátanos, cebollas, limones, aguacates y todo tipo de frutas y verduras como muestra de apoyo a sus compatriotas.
El grupo de Sánchez y el Movimiento de Opositores por una Nueva República, cuyo director, José Díaz Silva, se encuentra en Miami, fueron los organizadores de ambas protestas, que se realizaron de forma simultánea durante una hora.
Sánchez señaló que esta "represión obedece al éxito que han tenido estos negocios, los cuales se han vuelto competencia para el propio Gobierno".
Estos pequeños negocios surgieron en 2010 como parte de la autorización oficial para trabajos "por cuenta propia" que ejercen más de medio millón de cubanos en la isla y que incluye unas 200 diferentes actividades.
Para Sánchez, esta actitud oficial está "en contraposición de la nueva política entre Estados Unidos y Cuba, que se suponía estimulaba por lo menos la economía, ya que no lo ha hecho con los Derechos Humanos".
¿Por qué se sienten acosados?
Los precios del ajo, cebolla, ají y tomate de la sazón cubana están por las nubes para el bolsillo común.
Los trabajadores por cuenta propia en Cuba se sienten acosados por las autoridades, que en los últimos meses han desatado una ofensiva contra los carretilleros que realizan ventas en las calles.
Las multas y la confiscación de los productos que venden los carretilleros, con los correspondientes equipos que usan para exponer las ventas, son las principales acciones de los inspectores y la policía contra los cuentapropistas en todo el país.
A finales del pasado año se dispararon los precios de los alimentos por la escasez de estos y el Gobierno culpó a los vendedores ambulantes. El problema fue analizado en la última sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular celebrada en diciembre. Los dirigentes del Partido Comunista y del Ministerio de Agricultura pusieron en marcha la Operación Escoba.
Los operativos aumentaron de forma notable. Las autoridades y los inspectores realizaron numerosas acciones contra los vendedores y el 27 de febrero estalló una protesta en la capital durante la que los vendedores prefirieron entregarle los alimentos a la gente antes que a la policía.
