El Movimiento Democracia rechaza apartheid de American Airlines por virtud de nacionalidad a empleados Cubanos a los que el régimen no deja entrar en Cuba, como le permite hacer a los empleados norteamericanos y de otras nacionalidades con ciudadanía americana. American Airlines ha “removido” con sueldo a los empleados por ser cubanos para complacer la política discriminatoria del gobierno de Cuba.
Este es el mensaje central de la empresa American Airlines dando ordenes para lo que en términos prácticos es discriminar a los Cubanos-Americanos que son sus empleados:
“please remember that those who are Cuban born should be removed with pay from Cuba flights until we can verify what requirements the Cuban government has for these crewmembers,” cita de el Nuevo Herald, articulo de Fabiola Santiago
(“por favor recuerden que esos que son Cubanos de nacimiento deben ser removidos de los vuelos a Cuba con sueldo hasta que hayamos podido verificar los requerimientos que el gobierno de Cuba tiene para esos miembros de la tripulación”)
Claramente, los requerimientos del gobierno de Cuba son discriminatorios en contra de sus propios ciudadanos, algo que viola, no solo convenciones internacionales, sino que no pueden ser acatados por empresas norteamericanas sin que estén violando la ley.
Consideramos a American Airlines una empresa prestigiosa que no debe discriminar a personas solo porque el gobierno de Cuba lo haga. Asociarse a las políticas de apartheid por virtud de nacionalidad que el gobierno de Cuba practica contra sus propios ciudadanos pone una mancha vergonzosa en la buena imagen de American Airlines. Los derechos de los cubanos no pueden estar pisoteados por la ambición de hacer dinero a todo costo.
Solicitamos de American Airlines que se abra al dialogo constructivo y amistoso para entre todos trabajar en sobreponernos a esta práctica discriminatoria. Entendemos que estamos en una nueva, era pero esa era no puede ser solo para alimentar bolsillos, tiene que fundamentarse en respetar derechos de los desafortunados ciudadanos Cubanos.
Sépase bien que el Movimiento Democracia no se opone a que American Airlines vuele a Cuba. Somos proponentes de construir puentes, de hecho, nuestra posición histórica en el tema fue siempre que en el momento en que comience la competencia de los vuelos, bajarían drásticamente los precios de los pasajes reduciendo las ganancias del régimen. Así parece estar pasando en este caso de los primeros vuelos a Cuba. Pero rechazamos categóricamente la discriminación que ha comenzado a practicar la línea aérea contra sus empleados Cubano-americanos a partir del apartheid por virtud de nacionalidad que le ha impuesto el gobierno de la familia castro a sus propios ciudadanos por décadas.
Si es hora de cambio, este no puede ser solo para que los capitalistas extranjeros se llenen los bolsillos ultrajando también los derechos humanos y civiles de los Cubanos; la incursión empresarial en Cuba tiene que ir acompañada del respeto a los derechos de los ciudadanos Cubanos aun cuando el régimen de la familia castro pretenda imponer el ultraje de esos derechos a sus propios ciudadanos a través de las compañías extranjeras también.
Un ejemplo reciente de que las compañías si pueden influir en el cambio es el caso de Carnival Air Lines, la cual comenzó adhiriéndose a las políticas discriminatorias del gobierno de Cuba que prohibían a los Cubanos entrar y salir por mar al país y termino contribuyendo a persuadir al gobierno de Cuba para cambiar dicha política abusiva no sin que antes tuviera lugar una intensa campaña contra la política de la línea de crucero y del gobierno de Cuba por el movimiento democracia, los medios y la comunidad en general.
Si en 24 horas American Airlines no anuncia que detiene su discriminación contra los Cubanos y sigue asociándose al apartheid por virtud de nacionalidad que practica el gobierno de Cuba con sus propios ciudadanos, el Movimiento Democracia no tendrá otra opción que comenzar manifestaciones de conciencia y explorar procesos legales contra la política de la empresa en una “jornada contra el apartheid por virtud de nacionalidad que practica American Airlines”.
Nuevamente, invitamos a American Airlines a prestarse a detener voluntariamente sus vuelos a Cuba si fuere necesario hasta tanto el gobierno de Cuba deje sin efecto el requisito discriminador contra los Cubano-americanos de exigirle un pasaporte Cubano aun cuando son ciudadanos norteamericanos mientras a los ciudadanos americanos les requieren solo el pasaporte de ese estados unidos.
Reiteramos que preferimos resolver este indeseado conflicto de manera amistosa. American Airlines podría abogar ante el gobierno de Cuba por cambiar tan degradante política y hasta poner en vigor los principios Sullivan voluntariamente en este caso y así no enfrentaría el lógico rechazo y hasta demandas legales en su contra por practicar apartheid por virtud de nacionalidad. Desde ya el Movimiento Democracia invita a American Airlines a abrirse al dialogo constructivo para explorar vías de trabajar en superar este diferendum en favor de los derechos de los cubanos.
Entendemos que el principal discriminador en este conflicto es el gobierno de Cuba que impone estas políticas racistas a sus propios ciudadanos, no solo a los empleados de las empresas aéreas, sino también a los pasajeros Cubano-americanos salidos de la isla después del año 1970. Es obvio que el propósito de esto es cobrarle al pasajero cubano $400 o $500 más por el pasaporte Cubano. Esto, además de ser abusivo con el pasajero Cubano-americano, limita el contacto con la familia de los más necesitados.
Pese al irreconciliable diferendum político que media entre el Movimiento Democracia y el gobierno de Cuba, urgimos al gobierno de Cuba a dar un paso positivo en desmantelar la discriminación contra los Cubano-americanos al menos en el aspecto de los vuelos, como sucedió con las salidas y entradas por mar durante el primer viaje de Carnival Cruise Lines a Cuba.
Es evidente que en esta era de acercamiento entre los gobiernos de Cuba y estados unidos, el ciudadano Cubano ha quedado relegado en sus derechos y esto crea desesperanza y esa desesperanza crea el éxodo masivo que estamos presenciando, el cual también causa muertes en el mar y en las selvas de américa latina.
Advertimos humildemente, que cuanta empresa desee hacer negocios con el gobierno de Cuba, deberá asegurarse que no se acoge a las políticas discriminadoras contra los ciudadanos Cubanos que impone ese gobierno. Esto evitaría conflictos éticos y legales así como manifestaciones y protestas contra quienes actúen con tan poca conciencia humana y cívica por tal de hacer dinero.
Respetuosamente,
Ramon Saul Sánchez
Presidente