Exilio, 2 de mayo de 2016 - Algunos medios de prensa reportaron erradamente ayer y hoy que el Movimiento Democracia había “protestado” con su barco insignia Democracia la salida del crucero Adonia de Carnival Cruise Lines ayer al momento de este zarpar hacia La Habana.
Esto es un error que deseamos aclarar a pesar de que muchos otros medios reportaron correctamente nuestra posición y el público la conoce sobradamente. Sin embargo, el error ha sido utilizado por algunos medios en la comunidad internacional para afianzar el estigma contra el Exilio cubano de que somos insensibles y contrarios al reencuentro entre cubanos.
El Movimiento Democracia apoya el viaje del crucero de Carnival a Cuba como otra manera de encuentro del pueblo cubano y de reivindicar el derecho a entrar y salir a nuestro país por mar también. Nuestra visión es la de construir puentes y no de erigir murallas.
Nuestro mensaje con el barco insignia “Democracia” fue de saludar la reivindicación de este sagrado derecho que habíamos ganado entre todos luego de que el Movimiento Democracia lanzara la Campaña Contra El Apartheid Por Virtud de Nacionalidad que el gobierno cubano mantenía en vigor al negar a los cubanos entrar o salir por mar a Cuba mientras que a los extranjeros se les permite hacerlo.
A este llamado le siguió una reunión mía como Delegado del Movimiento con el señor Arnold Donald, presidente de Carnival Cruise Lines, abogando para que Carnival no discriminara a los cubanos y accediera a venderles los pasajes para el crucero. Me acompañaba el Secretario de Prensa del Movimiento, Luis Felipe Rojas. Acompañaba al señor Donald su abogado principal, el señor Arnie Perez, de origen cubano.
Durante la reunión le solicitamos al mas alto ejecutivo de Carnival y a su principal abogado que trataran de convencer al gobierno cubano de dejar de discriminar a los cubanos al negarle la entrada y salida por mar a su pais. El señor Donald nos explico entonces que ya venían haciendo esto y eso nos consta plenamente. El Movimiento Democracia reconoce que ambos fueron instrumentales en lograr, de manera espetuosa y sin fanfarrias que crearían obstáculos insuperables, que el gobierno cubano derogara la prohibición de que los cubanos entraran y salieran por mar de su pais.
A la reunion le siguieron: nuestra protesta frente a Carnival, el valiente y emotivo artículo de Fabiola Santiago en El Nuevo Herald, programas de radio y televisión de importantes figuras formadoras de opinión de nuestra comunidad como lo son Roberto Rodriguez Tejera y Fernand Armandi, convocatorias virales en las redes sociales de artistas como lo es el caso de Amaury Gutierrez, demandas de ciudadanos discriminados al negársele poder comprar pasaje para viajar en el crucero, demanda de la Cuban-American Bar Association ante los tribunales, interacción de nuestro equipo de abogados y de los abogados del American Civil Liberties Union, etc., hasta que no solamente Carnival revirtió su política que redundaba en discrimen, sino que también el gobierno cubano anunció que permitiría a los cubanos entrar y salir por mar al país y trabajar en cruceros y barcos de carga extranjeros.
Esto fue una gran victoria de TODOS. Esto incluye a los que nos opusimos al discrimen pero no al crucero; incluye a Carnival y a su presidente Arnold Donald y abogado Arnie Perez, que decidieron escuchar el clamor de justicia; e incluye al propio gobierno tambien porque cuando los gobiernos reconocen y reivindican algún derecho conculcado de los pueblos, hasta los que los conculcaban y luego los reconocen ganan ante su propia conciencia y los ojos de los oprimidos.
Pero aun el sistema de visas que tiene en vigor el gobierno cubano y que trata a sus propios ciudadanos como a extranjeros permanece impidiendo el pleno disfrute de ese derecho conquistado. Por ello el barco Democracia despidió al Adonia saludándolo al zarpar mientras que reclamaba del gobierno cubano que derogue su injusto y discriminador sistema de visas.
Siendo el mas proactivo grupo desde el Exilio hacia Cuba por mar, Democracia trabaja por superar los miedos en ambos lados del Estrecho de la Florida que impiden el cambio genuino y profundo que necesitamos los cubanos en nuestro país para superar esta prolongada y abusida era militarista y entrar en la era civilista que nos permita al fin construir entre todos el hogar nacional feliz donde quepamos todos con todas nuestras ideas y todos nuestros derechos.
Invitamos a la reflexión desapasionada ante lo que acaba de suceder con el caso del crucero de Carnival.
Mucho hemos avanzado. Ya el debate no era si debía o no ir el crucero a Cuba sino si nos debía o no discriminar a la hora de solicitar viajar en el mismo. Ya todo el mundo entiende que es un derecho humano entrar y salir al pais de uno sin que lo impidan los gobiernos.
Asi pues, atrevamonos a ensayar nuevas visiones que adelanten nuestra lucha sin claudicar en nuestros principios de amor a la libertad y a los valores humanos. Demonos cuenta de que lograremos siempre mucho mas al estimular los cambios que al enquistar las posiciones. Construir trincheras no es mas útil que desatar el civilismo.
En síntesis, que una mirada mas a fondo del caso del viaje del crucero de Carnival a Cuba nos revela que empleamos una dinámica cuidadosa y efectiva que arrojo resultados positivos para los cubanos sin avergonzar a nadie; sin altanerías ni proclamaciones esteriles que puedan eregirse en obstáculos insalvables.
Fdo.
Ramon Saul Sanchez